La noche se quiebra antes de amanecer.
Un destello rompe la oscuridad.
La proyecciòn de tu imágen
se mete en mi cama
como un fantasma o un ángel.
Te siento,
te huelo...
Te nombro.
Entre el sueño y la locura
veo tu cuerpo desnudo a contraluz.
Estas ahí,
entre las luces y las sombras,
entre el insomnio y el delirio.
Estiro mis manos hasta casi tocarte.
Mi boca poblada de besos
recorre el espacio buscando tu piel.
Deambulo en espiral
hasta que la noche se desgaja
en ángulos irregulares.
Tu imágen se diluye.
Ya no estas.
Peregrino sin camino y sin razón,
te sigo buscando
más allá del sueño.